Horas atrás asumió la vicepresidencia de Uruguay Lucía Topolansky, esposa del ex presidente del país “Pepe” Mujica y senadora del Movimiento de Participación Popular.
123 de los 130 legisladores que componen la Asamblea General Legislativa votaron la renuncia de Raúl Sendic como vicepresidente tras ser acusado de corrupción por el uso de la tarjeta de crédito que tenía como presidente de la petrolera estatal Ancap durante el gobierno de José «Pepe» Mujica, marido de la flamante vicepresidenta.
Si bien no hubo votos en contra ni abstenciones algunos legisladores de la oposición al votar por la renuncia de Sendic no expusieron su postura sobre el caso.
Topolansky estaba con una campera negra de cuero, ubicada en su banca de senadora. Su asunción se dio por trámite de sucesión directa, porque al caer el vicepresidente, asumía el senador más votado de la lista del partido de gobierno.
La dirigente fue la senadora más votada en las elecciones de 2014, después de su marido, quien no puede acceder al cargo por haber sido presidente. En Uruguay los ex presidentes no pueden estar en la línea sucesoria en dos períodos seguidos por eso se pasó al segundo lugar, que es el de su esposa.
El artículo 152 de la Carta Magna Uruguaya establece que “el presidente y el vicepresidente durarán cinco años en sus funciones, y para volver a desempeñarlas se requerirá que hayan transcurrido cinco años desde la fecha de su cese”. Disposición que comprende al presidente con respecto a la vicepresidencia.
Y el artículo 153 establece que “en caso de vacancia definitiva o temporal de la Presidencia de la República, o en razón de licencia, renuncia, cese o muerte del presidente y del vicepresidente en su caso, deberá desempeñarla el senador primer titular de la lista más votada del Partido político por el cual fueron electos aquéllos, que reúna las calidades exigidas por el artículo 151 y no esté impedido por lo dispuesto en el artículo 152. En su defecto, la desempeñará el primer titular de la misma lista en ejercicio del cargo que reuniese esas calidades, si no tuviese dichos impedimentos, y así sucesivamente”.
La opinión pública uruguaya cree que Topolansky podría mejorar las relaciones del Gobierno con el Parlamento y facilitar la labor legislativa, ya que el vicepresidente ocupa también la presidencia de la Asamblea General.
Por FM Samba.