La pintora y autora de los famosos retratos de los niños con ojos grandes y mirada triste fue engañada por su esposo Walter Keane sobre la autoría de sus obras que maravilló a todo Hollywood.
Esta pareja en los años 60 ya tenían una hija, residían en California, se los vía una pareja ya ensamblada y feliz, estaban bien acomodados económicamente. Walter trabajaba en una inmobiliaria y Margaret se dedicaba pintando y vendiendo sus pinturas desde su casa.
Cuando su esposo vió que sus retratos tenían muy buena crítica y que le gustaban a la gente entendió que detrás de eso se escondía una fuerte oportunidad de negocio, allí fue que empezó a comercializar dichas pinturas. Una vez que se hicieron más famosas sus obras, la demanda era aun mayor y Margaret se pasaba más de 16 hs por día pintando, prácticamente ya no tenía tiempo para salir de su casa.
Así Walter llevo mucho tiempo mostrando y engañando al público como si fuese el genio creativo de dichas obras, cuando en realidad nunca fue así.
Margaret recuerda del pasado con su ex: “Antes de salir de casa me decía cosas como ‘estás horrible’, o, si teníamos una cita, ‘estás mejor con la boca cerrada” nunca entendió porque sufría tantos maltratos psicológicos. Para Walter su estrategia era inhibirla para que ella no hablara con nadie, con el único objetivo de que jamás pudiera descubrir la verdad, de tal engaño.
Un día tienen un evento en un club en donde exponían y vendían todos sus cuadros y como era de costumbre le prohibió que hablara, que sólo este sentada sin omitir diálogo con nadie, en ese entonces un admirador se acerca a ella y la conversación derivó a la pintura preguntándole ¿Así que tú también pintas, como Walter?’ Ella desconcertada comenta: “Ahí estábamos, en un bar lleno de pinturas mías. Me sentí humillada”. Así fue cuando Margaret descubrió toda la verdad y tomó la decisión de separarse, a pesar de la amenaza de muerte de él a ella y a su hija. A Margaret no le importó y se mudó bien lejos de él.
Cuando la artista se muda, Walter seguía vendiendo sus pinturas hasta que el año 1970 en un programa radial Margaret confiesa toda la verdad. A mediados de los 80 seguía en la misma disputa, Walter la acusaba de que ella era un fraude, Margaret se enfureció y lo demando.
Para poner fin a este conflicto el juez solicitó una prueba en vivo de los talentos de ambos, Margaret logró hacer una de sus pinturas en tan solo 53 minutos mientras que Walter se negó a pintar por tener una «lesión en el hombro». Margaret gano la demanda y pudo recuperar su identidad y la de sus obras.
Dato curioso: ¿por qué pinta los ojos tan grandes y tristes?
La artista lo explica así: «Los ojos que pinto en los niños, son una representación de mis propios sentimientos. Los ojos son la ventana del alma» y acudiendo del porque lucían con una mirada triste Keane explica que «son una traducción de cómo me sentía».
Hoy Margaret con sus 89 años, continúa pintando y está felizmente casada con un periodista deportivo.
Esta historia llego a la pantalla grande, estrenada el 25 de diciembre de 2014 con la dirección de Tim Burton titulada «Big Eyes» (Ojos grandes), basada específicamente de la historia del matrimonio Keane.
Por Analía Pereira, Redacción FM Samba