Se trata de una maniobra de Rajoy que consiste en preguntar a Cataluña si declaró o no la independencia antes de definir una intervención, ya que quiere tener el panorama claro mientras baraja la posibilidad de aplicar el Artículo 155 de la Constitución.
Los plazos otorgados a Carles Puigdemont fijan en el lunes 16, a las 10 de la mañana, el momento en el que debe haber contestado si «alguna autoridad de la Generalitat de Cataluña ha declarado la independencia y/o si en su declaración del 10 de octubre ante el pleno del Parlamento implica la declaración de independencia al margen de que esta se encuentre en vigor o no», según el requerimiento que ya ha recibido Puigdemont. Si la Generalitat no contesta, el Gobierno dará por confirmada la declaración de independencia.
En el caso de que la respuesta sea afirmativa, el presidente de la Generalitat cuenta con otro plazo, hasta el día 19, a las 10 de la mañana, para que revoque la declaración. «En caso de no atenderse el presente requerimiento, el Gobierno de la Nación, en cumplimiento de sus funciones atribuidas por la Constitución, propondrá al Senado la adopción de las medidas necesarias para el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales y para la protección del interés general, al amparo de lo dispuesto en el artículo 155 de la Constitución española para restaurar el orden constitucional y estatutario vigente».
Por FM Samba.