Actos y homenajes en las ciudades de Córdoba y Río IV
Hace cuarenta años comenzaban a buscar a sus hijos, luego a los hijos de sus hijos, significan una gran emocionalidad, un fuerte sentido de lucha, que nació siendo individual soportando todo el sufrimiento del accionar del poder militar en aquellos años, pero que se convirtió en colectiva: las abuelas de Plaza de Mayo.
A las Abuelas nada ni nadie las pudo detener, son mujeres que lograron hacer perdurar la lucha por la verdad, la memoria y la justicia. Al día de hoy, tantos años de aquel comienzo de la lucha, nos siguen dando ejemplo de mujeres de amor y lucha individual y colectiva. Son las abuelas no solo nuestras, sino de toda Latinoamérica.
Durante este mes, de visita a nuestra provincia, Estela de Carlotto fue homenajeada por dos casas de altos estudios, en capital por la Universidad Nacional de Córdoba en un evento organizado por la Federación Universitaria de Córdoba y en la ciudad de Río Cuarto por la Universidad Nacional.
Al homenaje en la capital cordobesa del día nueve de agosto se sumó la presencia, acompañamiento a Estela y correspondiente distinción a Sonia Torres quien es presidenta de la Asociación de Abuelas de Córdoba. El homenaje en la capital consistió en un reconocimiento denominado “Juana Azurduy”.
Por su parte, en la UNRC en el marco de la Jornada por la Recuperación de los Derechos, organizada por el Observatorio de Derechos Humanos, Estela fue declarada Huésped de Honor.
Estela centró su mensaje en la lucha, el rol de mujeres esposas, madres y abuelas. La lucha en octubre cumple 40 años, toda una vida, un compromiso no casual. Para la presidenta de Abuelas, ellas no se consideran mujeres distintas o especiales, sino comunes que les tocó afrontar un dolor tremendo en una situación particularmente cruel: el secuestro, tortura y muerte de sus hijos con el agravante del robo de bebes que llevaban en sus vientres las jóvenes desaparecidas.
“Las Abuelas nacimos para buscar individualmente a nuestros hijos. Hijos que tenían una militancia política. Estábamos solas cuando nos toco esperar a los hijos que no volvían, que no nos escribían, que no llamaban y salir primeramente solas. El sentido común nos hizo dejar lo cotidiano, combinar lo cotidiano como los trabajos, profesiones y vidas particulares… Afrontamos eso individual de salir y luchar, que te sale desde la panza, desde el alma: salir y buscar a tu hijo”, compartía Estela en la sala Agustín Tosco del Sindicato Luz y Fuerza Córdoba.
Para Estela, como vocera de abuelas, los militares y cómplices de los desaparecidos pensaban que por ser mujeres débiles y locas no iban a poder, no iban a aguantar y volverían a sus hogares a llorar sus hijos hasta que se les pasara. “Nos empezamos a juntar y encontrar sentido a la unidad y se fue armando… El lugar fue la Plaza de Mayo al frente de donde estaban los genocidas a los que no llamábamos así sino solo le pedíamos que aparezcan nuestros hijos…”
Hoy, los nietos tan buscados ya tienen 40 años, y los bisnietos ya han comenzado a transitar las salas de jardines y guarderías.
A lo largo de estos años de lucha organizada, las abuelas inventaron una entrega de archivo biográfico familiar para aquellos nietos que se encuentran pero ya sus abuelos no están vivos y parte de su familia también está desaparecida. A esos nietos que recuperan su identidad los que les cuentan su historia verdadera son el grupo de abuelas y todo su equipo técnico. Para llenar la historia de los padres que no conoció y unos abuelos que fallecieron antes de conocerlos. Días atrás se entregó un archivo a una nieta que fue encontrada en el año 1984 con ambos padres desaparecidos, hasta el momento del archivo no pudo contar con material de su familia.
A continuación un extracto de las palabras de Estela en Río IV.
A un año de la Sentencia… “Celebrar la Justicia, Condenar el terror del Estado”
Desde hace un año y para siempre, el 25 de agosto será el día de la justicia no solo para las víctimas y sus familias sino para toda la sociedad cordobesa. El juicio conocido como «La Perla/ Campo de la Ribera/ D2», fue el más grande y el más largo de todos los juicios por delitos de lesa humanidad que se llevaron a cabo en Córdoba. Comenzó el 4 de diciembre de 2012 y finalizó el 25 de agosto de 2016.
Este juicio, juzgó los delitos de Lesa Humanidad cometidos contra 706 víctimas ocurridos entre marzo de 1975 y 1979 en los centros clandestinos de detención La Perla, Campo La Ribera y D2. Esta megacausa, no solo por sus dimensiones sino por su peso simbólico ya que también por primera vez se juzgó en Córdoba la apropiación de bebés; la complicidad empresarial; los delitos sexuales como delitos de lesa humanidad y los delitos económicos de los genocidio y sus socios.
Un hecho inédito en nuestro país, el primer juicio a los magistrados comenzará en Córdoba
Nuestra provincia avanzará en el juicio, pero de modo inédito, no sólo a los militares y cuerpo policial, sino también a la complicidad civil, sobretodo la que fue parte del poder judicial. Miembros del poder judicial que encajonaban las denuncias de habeas corpus o no avanzaban con investigaciones de desapariciones forzadas y peor aún la complicidad en la entrega de los bebes. “No se encuentra detenido, se desconoce su paradero” un sello que todos los jueces ponían a modo de respuesta a los habeas corpus de las abuelas y familiares de víctimas desaparecidas. Hasta existe un doloroso y espantoso caso anecdótico de haber dado esa respuesta incluso al pedido de aparición de una beba.
Redacción FM Samba. Fotos de Lucía Cejas, Archivo Pcial. de la Memoria y Maximiliano Busso